sábado, 3 de enero de 2009

¿QUIEN DIJO QUE HOY NO BRILLA EL SOL EN VIGO?


Lorenzo, aunque estés hoy detrás de las nubes, yo consigo verte. Además, ¿a quien no le gusta conciliar el sueño escuchando la lluvia? Es un regalo de la naturaleza sentirla golpear en los cristales, como esta noche. Al tiempo que ese mágico sonido envuelve los sentidos, yo me envuelvo en mi edredón, y dejo de existir.
Soy consciente de todas esas mariposas que vuelan a mi alrededor, de ver el sol aunque no brille, de sentirlo, de adorar la lluvia, y de apreciar con tremenda claridad todas las cosas buenas que tengo a mi alcance, sencillas e irrepetibles. De la misma manera, conservo una enorme capacidad para darme cuenta de lo menos bueno, en todos los cuentos de hadas siempre aparece una brujilla. No tiene más explicación que la lógica intención de que los niños, desde su más corta edad, sepan que la vida está llena de obstáculos, que hay que ir saltándolos, descartando unas cosas y eligiendo otras, tienen que saber que abunda la bondad, pero siempre existirá la maldad. Brujilla, te he tomado cariño, pero verás, tengo demasiada magia en el corazón, llevo años de entrenamiento para conseguir escucharlo sólo a él, mi sexto sentido es un instinto animal y natural, eres libre de mandarme todas las flechas que quieras inyectadas en el más puro de los venenos, sólo que no estoy en el momento de recibirlas, el aura que me envuelve se encarga de rebotarlas, sin ningún esfuerzo. Alguien ha conseguido despertar cosas preciosas que no había conocido a esta altura de mi vida, y mi honestidad se ha encargado antes de seguir un orden en mis elecciones. Soy tan libre como las mariposas que me hacen cosquillas en el corazón. Tan libre, tan libre, que puedo dejarme envolver dulcemente en la más fina tela de araña. No dejes de tejer para mí, dulce arañita.

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