SI VES EN EL CIELO UNA COMETA ROJA...

Sólo tengo un arma para luchar por tí. Y siempre que puedo, lo pongo por delante.

Se vuelve inmenso cuando a través de mis pensamientos, lo lleno de tí. Entonces, se me sale del pecho y vuela hacia donde tú estás, cual roja cometa. Aunque no me lo has pedido, no lo dejes caer. Deja que ondee un poquito más, en el Cielo de la Imaginación, allá donde todo es posible a través de los Sueños.

Por si te asomas a mi pequeño y tranquilo rincón, sigo aquí.
Y quiero contarte esa primera versión de ella. Echó sus redes al Océano de sus ojos, y le gustó, le gustó mucho lo que pescó. Dos veces, no más, tocó sus manos. Y le gustó, le gustó mucho lo que sintió.
Y a partir de ahí, fue su versión, su primera versión de amor diferente a todo. Y ya nada volvió a ser igual.

El ayer, el hoy, y el mañana, ha sido, es, y será, como una inmensa alfombra a nuestros piés. Un gran tapiz en forma de tablero de ajedrez. Difícil, pero divertido. Un deporte sano si respetamos las reglas del juego.
¿Ganar? lo más importante, es participar.
¿Dama/Reina, Rey, Peón, Caballo, Alfil, Torre? Serás una pieza importante del tablero, si juegas limpio, si eres pieza pensante y no necesitas que una mano dirija tus movimientos.
Hay una máquina perfecta en tu interior, no permitas que el contínuo y monótono tic-tac de tu reloj, sea quien acelere tu pulso, apurándote hacia la meta.