miércoles, 5 de agosto de 2009

PATICA ROSADA


Patica Rosada, era cubano. Puede que todavía sea, será de la quinta de mi papi.
Todas las tardes, Patica Rosada llegaba a casa de mi abuela y entraba con un cubo cochambroso a buscar las sobras para su puerco. Allí decíamos "salcocho". Nosotros, los niños, estábamos tirados en la baldosa fría de aquel enorme pasillo, paralelo a todos los cuartos del caserón de mi abuela, y paralelo también al enorme jardín. Sí, allí, allí mismo donde crecía la Flor de Pascua, el Hibisco y el Jazmin.
El pobre Patica Rosada se ganó ese nombre, porque desde el suelo, allí tirados vestidos a prueba de calor, era lo único que alcanzábamos a ver. Llevaba unos tenis atados al tobillo, y los pantalones dejaban ver un trocito de sus patas rosaditas. ¡que raro! no parecia cubanito. Yo creo que nunca me fijé en su cara, él entraba con su cubo vacío, y se lo llevaba lleno de cáscaras de plátano, de malanga o de lo que ese día había tocado comer. Nosotros decíamos "ahí está Patica Rosada", y seguiamos sus pasos a ras del suelo. El pasaba por encima de nosotros.
Se me maduraron demasiado tres plátanos del frutero y ya no se podían comer. Pero no se tiran. Son exquisitos los "Plátanos en tentación". Se fríen en un poquito de aceite y se dejan dorar muy lentamente. Deliciosos.
Pues sí, mis Plátanos en Tentación que disfruté hoy, durante mi comida, me hicieron volar y sentir de nuevo aquel frío más que agradable de las baldosas en mi espalda, nuestras risas mientras mi hermano se enganchaba una lagartija en la oreja, ella le mordía el lóbulo y se quedaba colgada como un pendiente, y después él le cortaba el rabo que salía corriendo por un lado y ella por otro. ¡pobrecilla! a mi no me hacía ni pizca de gracia.
Pero Patica Rosada sí, me alegraba verlo entrar cada tarde con su cubito, sus tenis.
Se me ocurre que su constancia diaria, llegó a dejar huella. Unas preciosas, pequeñas y rosaditas huellas.
No sé cuánto tiempo duraron sus visitas, pero me gusta mucho este proverbio árabe que dice "las cosas no valen por el tiempo que duran, sino, por las huellas que dejan".
¡que bonito!

No hay comentarios: