martes, 2 de junio de 2009

MAMI, NO MIRA A NADIE COMO TE MIRA A TI


Eso es lo que dice tu mami, mi pequeño amor. Me dice "má, no mira a nadie como te mira a tí". Nadie mejor que ella te conoce. ¿Averiguamos por qué, Sara?
Te agarro por debajo de los bracitos, frente a frente las dos, te sonrío, me acerco despacito, poco a poco, y tus ojitos se van juntando hacia el lagrimal, porque no quieres perderme de vista y estoy demasiado cerca. Es ahí cuando te planto un beso entre ceja y ceja, y te encanta, Sara.
Te huelo, fresquita colonia infantil, y huelo que como yo, conseguirás lo que se te meta justo en ese sitio, entre ceja y ceja. Repetimos el gesto una y otra vez, te beso, te beso y te vuelvo a besar en el entrecejo. Me sonríes y me miras con ternura. En esas largas siestas en mi pecho, Sara, recién nacida, que duraban horas, escuchabas mi corazón. Apuesto a que conoces todos mis secretos, porque mi corazón, ahí pegado a tu orejita, te lo ha contado todo, todo, todo.
Ahí está la magia, Sara, de la manera diferente que has elegido para mirar a la abu. Se ha establecido una conexión que nunca se romperá.
Algún día, cuando sepas hablar, te preguntaré "díme, mi amor, en qué pensabas cuando me mirabas".

No hay comentarios: