miércoles, 20 de mayo de 2009

¿TODO LO QUE ES JUSTO, ES LOGICO?


Hay muchas cosas justas, que no son lógicas. Hay muchas cosas lógicas, que no son justas.
Ese autobús en el que vengo por la mañana, lleno de gente, me hace pensar y pensar y pensar, para olvidarme de que me falta el aire y lo que tengo es tremendas ganas de gritar y salir corriendo para apartarme de esa prisión con ruedas.
Traigo en mis manos unas fotocopias sobre el medio ambiente, en portugués, para aprovechar el tiempo y estudiar un poco. Es lógico que no me pueda concentrar, porque no llega suficiente oxígeno a mis neuronas. Entonces mis neuronas inteligentes se vuelven juguetonas, se fijan y se distraen con la oreja del señor del asiento de delante. Pienso en la gran variedad de plátanos que tenemos en Cuba. No es lógico que la oreja del señor me recuerde los plátanos, debe ser que tengo el potasio bajo y reclama un plátano al día, como aquel anuncio publicitario.
Acordándome de un chiste que me contaron de niña, cojo el plátano imaginariamente con la mano y lo meto en el agujero del oído del señor, con cuidado. Ahora el señor que va sentado a su lado, "a su lado" no "azulado" por la falta de oxígeno, empieza a decirle: "señor, tiene un plátano en el oído". No le oye. "Señor, tiene un plátano en el oído", vuelve a decirle. Tampoco le oye. De repente, el señor le dice "por favor, hábleme por el otro oído, que en éste tengo un plátano". No es lógico que lleve un plátano en el oído, pero sin embargo, le queda justo. ¿Absurdo?
Así de absurdas son muchas cosas cotidianas, que sin embargo, a veces son justas, pero no lógicas. O lógicas, pero no justas.
Tan sólo buscándole una parte graciosa y absurda, conseguiremos encajarlas para que se ajusten a nosotros.

No hay comentarios: