domingo, 25 de octubre de 2009

¡LAS VACACIONES DE Mrs BEAN!


Mr. Bean,
Tal vez nos veamos por Londres.
Sabrás que yo me he ido ganando, poquito a poco, el apodo de Mr. Bean, por mis contínuos "desastres", que provocan las risas en las reuniones. La única diferencia, Mr. Bean, es que Mrs. Bean, no ensaya, sus desastres son naturales.
¿Acaso tú, Mr. Bean, serías capaz de dejar caer al suelo una taza de café y que el chorro vaya directamente al techo? ¡Apuesto a que no!
Ya he incendiado mi cocina, en una tarde-noche de tormenta, en la que pelaba patatas para una tortilla, y escapé de allí al primer trueno, por miedo a que el rayo entrara por la ventana y me diera de pleno en el cuchillo. Una cafetera eléctrica enchufada por cuyo cable el fuego subió hasta hacer corto circuito, evitó que se quemara la casa completa.
Ya he inundado media casa, metiendo el biquini en el lavabo con el tapón puesto, entrar en la ducha y olvidarme de él por completo hasta que la vecina de abajo llamó al timbre porque tenía las cataratas del Niágara en sus paredes del pasillo.
¿Y a que no eres capaz, Mr. Bean, por la mañana, lleno de prisa por pillar el metro, de hacer pipí, y mientras te secas, tirar de la cisterna con una mano, abrir con la otra el pantalón perfectamente dobladito en el que tenías metido un par de calcetines, y que te caigan dentro del inodoro justo en el momento en que el agua, el pipí y los calcetines se van al mar? ¡No, Mr. Bean, ésto no es nada fácil! ¡Y además, mis calcetines de la feria de Viana de Castelo, que pena!
Pero el mejor, Mr. Bean, el mejor de mis desastres, fue poner un flan en el plato de mi ex, boca abajo, sin quitarle la tapita, por más que le cortó esa pequeña pestañita de plástico, le clavó el cuchillo cien veces, lo apretó hasta que todo aquello le explotó en su cara por esos agujeros, no sospechó que no se lo había abierto. ¡Pobrecillo!
¿Y pisar el cable de una calculadora enchufada Mr. Bean, y ver como arrancas tremendo trozo de la pared de tu oficina, con el jefe a dos metros de tí? ¡Trágame, tierra!
Si tuviera la oportunidad de pasar unas horas contigo en Londres, comprobarías lo que te cuento, porque tu eres un magnífico personaje de ficción, pero yo soy del mundo real.
No me pierdo ninguna de tus pelis, con las que me destornillo de risa.
La foto es obra de mi sobri pelirrojo y adorable, que maneja como nadie todo este tinglado y que decidió en unas Navidades sorprendernos a toda la familia y al cual arranco siempre lágrimas por mis desastres naturales ¡pero de risa!
Sí, adorable Mr. Bean, yo también tengo una niña atrapada en mi cuerpo de mujer, donde la Ley de Murphy prevalece.

4 comentarios:

dyanna dijo...

Your blog is really interesting.I like it very much.I'm waiting for your new post.

cabritilla dijo...

Thank you very much, Dyanna!!

renecito dijo...

bien, por fin me va tu blog ¡¡ Gracias por contar todas estas desternillantes locuras que solo tu haces, Mrs. Bean, esto me da ideas para hacer más carátulas de pelis inventadas y volver a llorar de risa en navidades ja ja.

cabritilla dijo...

Mi pelirrojito querido, ¡eres un amor!
Tú y yo formamos un buen equipo ¿a que sí?
Besitos de la tía.