martes, 15 de septiembre de 2009

PELIS QUE DEJAN HUELLA

No tengo demasiado tiempo para ver muchas pelis, pero a veces, aparece alguna por casualidad, en alguna tarde de domingo, en las que yo elijo un escenario solitario, un buen aliado como mi sofá y una reconfortante taza de té.
A veces, ni siquiera recuerdo el título. Pero sí recuerdo esas historias, producto de una buena imagnación, o tal vez, una historia real.
El aparecía en la vida de ella por una apuesta.
Ninguno de los dos apostó por un final feliz. Ninguno de los dos apostará por olvidar un precioso intercambio de sonrisas.
Son extraños los vínculos que se pueden establecer entre dos personas diferentes y desconocidas, que de repente, se encuentran frente a frente.
¡Química, siempre haciendo de las tuyas! Pero esta vez, Química, la inocente dulzura de ella, se mezcló con la bravura de él.
Y hoy apuesto yo. Apuesto a que ninguno de los dos olvidará ese encuentro, porque algo de la bravura de él, se quedó con ella. Porque algo de la dulzura de ella, se quedó con él.
Apostemos, señores. Apostemos por lo maravilloso que es y será siempre el ser humano.

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