miércoles, 9 de septiembre de 2009

PENSAR EN POSITIVO


Borré, sí, borré un pensamiento escrito con el cristal empañado.
Cuando mi despertador, a las siete menos cuarto, me tocó en el hombro diciéndome ¡levántate, muchacha!, me asomé a mi balcón, aún era de noche. Miles y miles de diamantes me miraron desde ese manto de terciopelo negro. A la Luna alguien se encargó de meterle un mordisco de madrugada, porque le faltaba un trozo. Aún así, estaba bella.
Laura Pausini me regaló ese precioso ¡YO CANTO! antes de que mi cafetera italiana desprendiera todo su aroma para mí.
Sí, Príncipe, ha sido un encuentro fortuito y precioso, a unas dos de la tarde, bajo un sol de justicia, sin que ni tú, ni yo, lo planificáramos. Es mi camino habitual, después de mi jornada laboral, y tú pasabas por casualidad. Si yo he pensado, ¡que chico tan guapo!, y tú has pensado, ¡que pedazo de mujer!, ha sido maravilloso saludarnos espontáneamente y charlar cinco minutos. ¿Por qué no?
Me he acordado de aquella película, "COCOON".
Momentos dulces.
Hablemos en plata, y pensemos en oro.
¿Para qué pedir más? Mis momentos serios, fueron tejidos poco a poco, con mis manos de madre, de esposa, de hija, etc., etc. Ahora, tejeré cada minuto de mi vida, y aprovecharé todas las maravillas que ella ponga a mis piés.
Sigue latiendo, maravilloso corazón.

No hay comentarios: