Me como con salvaje apetito los contrastes de la Vida.
Contraste de mi primer beso del dia, en la visita diaria a mis viejitos, y el penúltimo, a los bebés mellizos.
Contraste del sol de frente a las nueve de la mañana, con una celosa escolta, mi sombra, y el sol a mis espaldas al final de la jornada, cuando la escolta soy yo.
Contraste de personas a mi izquierda, en el Paseo de Alfonso, esperando un autobús, con un mar brillante e inmenso a mi derecha, en el que Lorenzo parece tomar su merecido último baño antes de desayunar en un lugar muy lejano.
Contraste de mi planta del pié, tibia, con la fría baldosa, después de lanzar mis bailarinas por el aire.
Contraste de mi plato fuerte y caliente de frijoles negros del almuerzo y mi gazpacho frío de la cena.
Contraste de la cara iluminada y altanera de la Luna, con su pudor por conservar oculta su otra cara.
Contraste de nostalgias, Ballet Nacional de Cuba, horas antes de mi espectáculo favorito.
Y en medio de los Contrastes, yo...y Mis Pensamientos.
Y en medio de Mis Pensamientos, mis sentimientos, que desbordan contrastes.
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