jueves, 30 de julio de 2009

SIN GRANDES TRISTEZAS...¿COMO APRECIAR PEQUEÑAS ALEGRIAS?

Creo que las grandes tristezas, nos hacen valorar las pequeñas alegrías.
Un dia como hoy, 30 de Julio, Jaime perdió su vida en un accidente en la Plaza de América, de madrugada. Hace veintinueve años. Mi niña mayor crecía en mi vientre. Era uno de los siete hijos de mis jefes. Cada año, lo recuerdo. Como ellos. Sin mencionarlo. Su padre, mi jefe, estaba enfermo esa semana, y él se encargaba de ir a buscarme a la oficina, para despachar correspondencia en su casa. Al terminar, me llevaba a la mía, para evitarme un autobús en mi estado.
"¡Mira que bonita regata!", me dijo al pasar por el Paseo de Alfonso. "¡que suerte la mia, aprovecharé el verano de Vigo, y cuando vuelva a Argentina, aprovecharé el que comienza allí". Me dijo aquella mañana. Triste.
Me olvidé de decir que anoche, en el concierto, estaba Paula, esa niña a la que Dios le pidió que le prestara a su mami, simplemente porque se fijó en ella, la fichó, le hizo un contrato y la convirtió en una de las Estrellas del Firmamento. Paula se divirtió mucho, sonrió y bailó con nosotros. Y de vez en cuando, echaba una ojeada al cielo.
Tal vez fue ella, Maria José, la que recogió todas las nubes en su regazo, para que Paula no se acatarrara bajo la lluvia de un concierto al aire libre.

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