martes, 7 de julio de 2009
COMPENETRACIÓN
Me compenetro con esos segundos en los que el mundo enmudece a mi alrededor, quedándome "en babia". No sé si yo absorbo pensamientos, o los pensamientos me absorben a mí.
Mi simple taza llena de leche de soja me distrae, a medida que el café se zambulle en ella. Cada uno de ellos deja en el otro lo mejor de sí, confundiéndose y surgiendo un nuevo aroma y un nuevo color.
Revuelvo mi café sólo, con un palito de canela. Chupo el palito, y me sabe a café, bebo un sorbito de café, y me sabe a canela. Idem., idem. Uno ha dejado en el otro lo mejor que tenía.
¿Y las personas? ¿Media naranja? No. ¡que mania con la media naranja! ¿Por qué lo tengo que partir o partirme yo? Mejor me doy toda entera, confundiendo todo lo mejor de mí, con lo mejor de él, no quitándonos una parte, sino añadiéndonos, hasta sentir un tremendo bienestar.
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