martes, 10 de marzo de 2009

HILVANANDO NOSTALGIAS


Ella no encuentra la palabra exacta para definir una inquietud. ¿Nostalgia? Tal vez.
Echa la vista atrás, imágenes nítidas y serenas.
Recuerda la sensación que le dejó en la piel la primera vez que aquellos ojos resbalaron por ella. No consiguió dejar de pensar en los escasos segundos que aquel gesto duró. Nadie sabia quien era ella, que se perdía entre un montón de personas y, sin embargo, aquellos ojos la encontraron. ¿Curiosidad? Ella era por entonces un cachorrillo herido, bastaba un dulce gesto para que su mágico corazón de niña, extendiera la mano para agarrarse a lo que sólo podía ser un sueño.
De vez en cuando, se mezclaba con la multitud e intentaba volver a encontrarlos. A veces habia suerte, otras no. Persistía la nostalgia.
No consigue hilvanar uno por uno los momentos hasta hoy.
Algo en su interior le dice que debió continuar en medio de la multitud, como una presencia más. Pero no lo hizo.
Hilvana la nostalgia que sintió al dia siguiente de encontrar sus ojos por primera vez, con la nostalgia de hoy. Ya no puede volver atrás, escribió demasiados sueños en su corazón en blanco. Y piensa que siempre será mejor hilvanar la vieja nostalgia con la nueva, sin dejar que se rompa. ¿El hilo con el que hilvana? siempre del color de sus ojos, dueños de su nostalgia y de sus sueños. Entre puntada y puntada, ella pregunta a su corazón ¿cuál es la razón de tu eterna pataleta por él? y él responde con fuerza, TUN-TUN... TUN-TUN...

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