viernes, 20 de febrero de 2009

¿AGUA DE VIOLETAS, DE ROSAS O CHANEL?


Mi aroma favorito, desde niña, son las violetas. En un momento de mi vida, que para poder continuar, lo empecé casi todo desde cero, se cruzó un aroma de rosas que me encantó. Me pregunté, ¿estaré acostumbrada al agua de violetas, o será realmente el aroma que me gusta? La colonia de rosas sólo costaba tres euros, me lo podía permitir. ¿Chanel? empezaron a preguntarme. No, colonia de baño de rosas. Contestaba. Yo sabía que el perfume, reacciona de manera diferente al contacto con cada piel y se transforma, desprendiendo olores diferentes. ¿Química?.
Se me ocurre pensar si será así como funciona la química del amor. Tal vez cuando nos enamoramos de manera intensa, con el alma, todas esas sensaciones nuevas son como una esencia que se nos filtra por los poros de la piel. En medio de este hechizo, cerramos los ojos, y sentimos "ésto es lo que buscaba". De la misma manera que el perfume y dependiendo de cada piel, esa esencia reacciona y se transforma en única e irrepetible.

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