viernes, 25 de diciembre de 2009

¿CUERNOS? SI, PERO CON DIGNIDAD


Una buena manera de sobrellevar las cosas desagradables que impone la vida, es burlándose de ellas.
¿Cuernos? Sí. Pero con dignidad.
Tan sólo duelen cuando salen, después, sólo molestan para entrar en el autobús, para peinarse, para pasar por las puertas bajitas, para enfundarse una camiseta ajustada, para ponerse el gorro de natación, etc., etc. Se tropieza, se tropieza y se vuelve a tropezar. Tampoco está tan mal.
Burlémonos, entonces, tropezón tras tropezón, de las traiciones que se convierten ¡EN UN SIMPÁTICO ADORNO!

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