Discúlpame, Sergio Dalma, no porque te lleve incrustada en mis oídos, mientras mis piés hacen vibrar el asfalto, no, no es por éso, sino por mezclarte aquí, con Mis Pensamientos.
Hoy quiero soñar con la letra y la música de tu "Bailar Pegados...", pero sólo soñar, mientras la escucho en soledad.
No creas que no me doy cuenta, Sergio, del mecanismo de defensa que tenemos los humanos. ¡Claro que me encanta bailar suelta, pues claro que sí!. Pero también reconozco que me da tanto miedo que él me agarre, para bailar pegados, como tus Delfines, Sergio, como los bellos Delfines de tu canción. Imáginate, por un momento, que me gusta, o que le gusta a él. ¡Vaya lío!
Si es que yo envidio a los delfines. En realidad ¡quien pudiera ser animal! Debe ser tremendamente hermoso que el instinto anule a la razón.
Pero como yo he nacido humana, vivo en el mundo real, me debo a la razón.
Y mientras tanto, Sergio Dalma, sigue cantando, sigue inventándote todas esas letras y ponle música. Y yo te pido, "no, no me digas que no...tu no...".
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