lunes, 8 de febrero de 2010

CUPIDO




Miren mortales, hasta yo, Cupido, estoy en crisis.
Hagan el favor y cuando reciban la flecha, clávensela al que tienen al lado.
Verán, es que no me alcanzan para todos. Este año, tenemos que compartirlas.
Pero por favor, ¡muéranse! ¡muéranse todos de Amor!
Con flecha, o sin flecha, no dejen que ese maravilloso músculo, se atrofie.
¿Que qué músculo? Pues el corazón, señores, el corazón. Y el otro también ¡que caray!
A vivir, que son dos días.
Mírenme a mí, mírenme, convertido en un Dios mitológico, para los románticos. Para los realistas, un repartidor más, como los de Pizza Móvil.
Eso sí, en el Amor, nunca vale la oferta de lleve tres, y pague dos. ¡Jamás!
En cambio, los ingredientes sí, cada cual puede elegir lo que más le guste y combinar.
¡Muéranse, señores, muéranse de Amor, antes de que la crisis los mate a todos!

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