miércoles, 10 de febrero de 2010

CAMINO

Tras un día pleno de realidades, un ir y venir en medio del bullicio, autobuses, paraguas, jefes y órdenes, me dejo caer en el sofá rendida. Y te encuentro, Camino, por casualidad, ahí, en la caja tonta.
Me has dejado el corazón hecho trizas. Aún así, creo que compraré el libro, no para meterme un atracón, sino para dedicarle ciertos momentos.
E interpretarlo, ¿cómo no? a mi manera.
Una historia real, Camino. Sería un adorno para la película, cuando tras tanto sufrimiento, con un hilo de voz, susurraste "Dios todo lo puede, Dios todo lo sabe, ¿que problema, entonces, tiene Dios?
Pobre Camino. Me has reventado el alma.

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