viernes, 21 de mayo de 2010

ADORO



En mi blog te puedes tropezar con el amor, con la tontería, con la tristeza o con una tremenda alegría. Es un fiel reflejo de mi personalidad. Pero yo me adoro. Me adoro así de variopinta.
Adoro, en un día como el de hoy, que los pájaros caen despatarraos de los nidos a causa del calor, mientras los demás eligen una ensaladilla debajo de una sombrilla, pues yo elijo un consomé hirviendo, éso sí, con tropezones que nadan alegremente en la piscina de mi estómago hasta que mis jugos gástricos los hacen trizas. Sin tropezones, sería un lavado de estómago.
Adoro que mi interior tenga más fuerza que todo lo que pasa fuera de mí. Imagino que el cambio climático, la situación laboral y el caos económico, el adiós lento de mi papi, etc., etc., etc., no está bajo mi control, no puede exprimirme el alma de fuera para dentro llenándome de bilis el corazón. ¡Que amargura!
Me escapo. Me doy una vuelta por las nubes. Lo malo es que mis piés siempre siguen en la tierra. Así que mientras soñaba con Armando Manzanero, mientras arrastraba mi carrito de la compra y tarareaba su "Contigo aprendí", una letra muy diferente a esta canción apareció ante mí. En vez de la luz al otro lado de la luna, lo que ví fue "Concello de Vigo, abastecimiento de aguas". Un tremendo tropezón me acostó encima de una arqueta de saneamiento. Pero como cabra al fin, resistí el golpe. Sólo una herida en la pezuña derecha. ¿Tienen pulgares las cabras? Pues ahí. En el pulgar.
Y sigo adorando los rizos de Bisbal. Y sigo adorando esas casualidades porque yo no tenía ni idea de que estos dos hubieran mezclado su tremendo arte.
Adoro que en el amplio catálogo de mi personalidad, el producto estrella siga siendo mi delicado amor por mi Mágico Ser.



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