lunes, 18 de enero de 2010

MIS ARMAS DE MUJER DEBEN SER ESTAS ¡AUM!


¡Siempre una pata por medio, siempre, siempre!
Bueno, haré caso a mi abu "Sara, mi amor, sé femenina, descubre tus armas de mujer y úsalas, ¡usalas y desármalos!".
Allá vooooooooooy!
Los dientes centrales de la encia de arriba, me brillan, me brillan por su ausencia. En cambio, me están saliendo los laterales ¿Draculilla? ¡Ay que rarita soy! No cabe duda, ésas deben ser mis armas, ¡por fin encontré mis armas de mujer!
No sé si clavarlas en esta patona que se me metió en mi camino, o dejarle la huella directamente en la yugular al dueño de la pata, a ver... a ver, sí ¡yugularrrrrrrrrr!
¿Femenina? Lo intentaré, pero soy tan morena, que creo que cada vez que me depile un pelo, por ese agujero brotarán siete. A lo mejor me tienen que hacer el tratamiento ese de los montes, pasan la desbrozadora y después herbicida y ya no crece más nada.
Le chuparé hasta la última gota de sangre al de la pata. ¿Quien será? ¿será mi papi? Por los gritos lo reconoceré. A ver si grita igual que cuando lo pellizco. jijijiji
¿Y mi tarta? Ponerla ya en la mesa, cuando acabe con el de la pata, sigo con la tarta. ¡Tengo hambreeeeeeeeeeeeeee!
Y mi abu me dice "Alza la pata y lambe".
Aqui en la familia ya no queda ni uno decente, mutaron los genes y ya vamos naciendo degeneraos.
jijijiji

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