¡Que digo indignado!, estoy FURIOSO, muy pero que muy FURIOSOOOOOOOOOOOO
El año pasado, no llegué a tiempo a los Reyes Magos. Yo me frotaba las manos dentro de mi envoltorio especial, pensando que sería el regalo de Reyes de mis papis. Oí clarito cuando el señor ginecólogo decía "vamos a dejarlos una semana más, señora, deben engordar aún unos cuantos gramos". ¡BURROOOOOOO! Como se nota que no era él el que estaba casi inútil, mi mami no se podía ni cortar las uñas de los piés, ¡QUE MEJILLONES DIOS! Cuando salí por el túnel de cabeza, fue lo primero que ví. Y puse esta misma cara de la foto. Pensé, "soy el hijo de una bestia".
Pues este año, que yo estaba fuera, espera que te espera, el señorito Baltasar llegó muy tarde, tardíiiiiiiiiiiisimo. ¿No leíste mi carta burriqueira? El tambor moló, pero la casa de bolas la trajiste repe. ¡Que cabeza la tuya! Ahora vas, y trabajas el doble, te la llevas de nuevo, cuando yo tenga ganas de dormirme para no verte, y me traes otro regalo. Y esta vez, te pido por favor que releas mi carta, yo aún no escribo, pero tienes que interpretar mi huella vegetal, para eso eres Mago macho.
Eso sí, le pegaste un repaso al pollo que yo estoy por adivinar lo que hiciste tota la noche amigo. jejejeje
Puedes venir a recoger este trasto, que ya voy para la piltra. Ven ya, que yo a media noche espabilo de nuevo.
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