jueves, 19 de noviembre de 2009

¡COMO MOLAN ESTAS PEZUÑITAS ROSADAS!


Me molan mogollón las pezuñitas de mi tía, son de gelatina, la pijita se las arregla en London, ¡que fisna!.
La abu no quiere tener las uñas largas, porque le gusta mucho el teclado del ordenador, es una pianista frustrada, y si se deja las uñas largas le molestan para escribir y le dá a la tecla que no es.
El dia de Nochebuena, me voy a sentar al lado de mi tía, porque con esas pezuñitas rosadas debe ser un lince sacándole todo el coral a las nécoras. Se le van a llenar de marisco por dentro, ¡que pestazo al dia siguiente!.
A la abu tampoco le hacen falta las uñas para el marisco, no le gusta el carapacho de la centolla, dice que es la caquita. Las patas sí, las patas las chupa. Yo tampoco me comeré esa delicia de caca que todos se pelean por ella. A mí que me den patas del buey que tienen unas masotas grandes.
A ver qué opina la melliza, si se quiere sentar al lado de la de las uñas largas o de la de las uñas cortas.
Te toca el turno, melliza, no te cabrees choromicas.
Un besito tía linda, ya estás en tu casita otra vez, te espero para Navidades.

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