La música de Juan Luis Guerra es como atarse alas en los pies. Maravillosa para practicar lo que he aprendido en tan solo 4 clases de baile x 1 hora. Poco. Muy poco.
Y un buen helado de menta con tropezones de chocolate, una de tantas y tantas cosas a las que soy fiel desde niña, justo antes de la final de los mundiales de futbol, puede tener un resultado asi de explosivo.
¿Seria el colorante añadido al helado, o un subidón de bilirrubina?
Me tragué el colorante con el primer mordisco de mi bocata de jamón. La frescura, en cambio, persistió.
Puedes seguir cantándome al oido, Juan Luis Guerra.
El Doctor me ha dicho que combinas muy bien con mi fresco momento.
¡QUE VIVA, ENTONCES, LA BILIRRUBINA!
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