La pobrecilla Cenicienta del cuento, no eligio su condicion. La maldad de su madrastra la pulverizaba de hollin y de sinsabores, dia tras dia, con el apoyo de las hermanastras.
¿Que le daba esta mujer al padre de Cenicienta, para que fuera tan calzonazos?
Prefirio´ el hombre irse a la tumba, antes de tener un enfrentamiento.
¿Cuentos infantiles? ¡cuentos para no dormir! Feos. Mas que feos.
En cambio, ser Cenicienta por eleccion, el cuento cambia.
A veces me detengo ante las vidrieras cuya ilumunacion estrategica se refleja sobre collares, pulseras, broches y pendientes.
Y pienso en una imagen como esta, cuya luz parece venir desde el interior.
La unica joya visible, es su gesto y su porte.
Pero en una sociedad consumista, esto es lo unico que nunca se podra´ comprar, ni vender.
¿que quieres ser de mayor? A ver...a ver...¡Cenicienta! ¡Cenicienta por Eleccion!
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