
¿Qué sería de la vida sin nuestros queridos amigos, esos que un dia, por mera casualidad, entran en tu vida, y se quedan para siempre. Con quince o veinte, te vas de fiesta, cenas, te ries, te diviertes hasta la saciedad, pero cuando flaqueas, o cuando el que flaquea es él, extiendes tu mano y basta encontrar una, sólo una, fuerte y cálida. Suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario