lunes, 29 de noviembre de 2010

¡HOLA! ¿QUE TAL? SOY GRETA



Mi nombre es Saritissima, pero mi abu ahora me llama Greta. Es que me han regalado un gorrito gris perla, que me encasquetan hasta las cejas, y tiene unas flores a un lado que son un primor. Entonces mi abu me dice "Greta, ¿donde tienes el Garbo?" y yo, que tengo mu mala leche, agarro con mis dos manos el hipopótamo de mi pañalito, sí sí, ése, ése que cambia de color cuando se me escapa el pis, y le digo "aqui tengo el Garbo, abu". Bueno, lo pienso, aun no hablo, pero balbuceo como nadie. Palabritas sueltas sí que digo. Asi que el garbo, ya sé donde lo tengo.
Tengo tremendo carácter, y cuando oigo decir "esta niña tiene carisma", entonces sí que me dejan sin armas. oh oh oh, ¿donde estará el carisma ése? me vuelvo a mirar en el pañal, pero no, ahí no.
Mi abu me dice "Sara, sé una chica con criterio". ¡ahora otra palabrita nueva! y como los bebés somos muy flexibles, me doblo palante, me doblo patrás, hago el pino, me empiezo a quitar ropa que con este frío no acabo nunca y nada, no sé donde puede estar el criterio, no lo encuentro.
Me subo a todo y me dicen "¡niña, que te rompes la crisma!" ¿la crisma? ¡me estais volviendo loca entre todos! ¿donde demonios tengo la crisma, al lado del criterio, del carisma o tapada con el garbo? ¡ay Dios que complicados son los mayores!
¿veis mis cejas? ¿os doy envidia, eeeeeh? pos las piernas las tengo peor. Voy a comprar crema depilatoria y me dicen "no, Greta, ahora no vendemos cremas depilatorias, vuelve en el verano, ahora se compran deshumidificadores". ¿eeeehhhh? sigo sin entender nada, bueno pos me quedo con ellos que me abrigan.
¿Veis mi sonrisa? ¡pillines! os hace gracia ¿eh? pos rechincharos que la foto no es de ahora, tengo unos dientecillos que hacen juego con mi garbo, con mi carisma, con mi crisma y con mi criterio. Tengo de todo, sólo que no sé dónde.
Pero... ¿sabeis? de lo que más orgullosa me siento, ¡es de mi inocencia infantil!.

P.D.- El cortecito de pelo se lo debo a mi señora madre, desde aquel dia no duermo pensando dónde tendrá ella su crisma para rompérsela.

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