martes, 19 de octubre de 2010

¡ABRAZAME, QUERIDO PUERCO ESPIN!





No siempre es fácil traducir en palabras un sentimiento.
Leí hace unas semanas, la fábula del puerco espín.
Pienso que las espinas del puerco espín, son, simplemente, parte de su naturaleza, nunca un defecto.
No estamos en la edad del hielo, ni soy una "puerca espina". Pertenezco a una especie cuyo relleno está envuelto por una suave piel, sea del color que sea, pero carente de púas.
Una especie capaz de pensar y de elegir. Una especie llena de defectos y de virtudes. Una especie donde, afortunadamente, los que "pinchan" son minoría.
Me aparto de las personas que me hieren con espinas invisibles, porque no son de mi condición.
Y como adoro el mundo animal, si te encuentro un día despistado en mi sendero, no dejes de abrazarme, mi querido Puerco Espín.


No hay comentarios: