viernes, 17 de diciembre de 2010

EL ABRAZO DE LOS NIÑOS, EN NAVIDAD...Y SIEMPRE




Abrázame, Lucas, abrázame con tu ternura, tu dulzura, tu ingenuidad y tu inocencia.
Eres tan claro y transparente como las aguas de un manantial, será por eso que a tu lado nunca tengo sed.
Tan cálido como los primeros rayos de sol, será por éso que nunca, nunca, siento frio cuando estás conmigo.
Tan fresco, Lucas, como un soplo de brisa de una tarde de Otoño, será por éso, mi amor, que te aprieto contra mi pecho.
Tan inocentemente espontáneo y sincero, que arrancas mis enormes carcajadas.
No estoy más joven, Lucas, es sólo que me miro en tí, y tal vez tu semblante se refleje en el mío. Es sólo eso.
¡Abu, colo! Pues claro que sí, mi amor, ¡ven a mis brazos, en Navidad, y siempre!



No hay comentarios: