sábado, 19 de febrero de 2011

CABREADO CON BLANCA NIEVES Y LA BELLA DURMIENTE



Mírame, Blanca Nieves, mira el cabreo que tengo.
Menos mal que los cuentos que me lee mi mami, ya no tienen nada que ver con aquella mierda de cuentos. ¡Mi má!
A ver Blanca Nieves, ¿cómo se te ocurre aceptar una manzana de una mujer desconocida, eh? Nosotros hoy ¡ni un caramelo! ¡ni la hora damos a un desconocido! faltaría más.
Yo me voy a Frutas Solynieves y me compro los kilos de manzanas que me dá la real gana. ¿Y tuviste que esperar a que uno de los enanos tropezara para vomitar? ¡ay niña de verdad no puedo contigo! los enanos ya no tropiezan, tropiezan ellas, una y otra vez, pero lo arreglan con algo que se llama píldora del día después. Y vomitan, sí, claro que vomitan, pero despues de los calimochos que se meten en el botellón. ¡ay ay ay!
Y otra de tu generación parva también era la Bella Durmiente, se pinchó cosiendo. ¡ay ay ay! Las niñas de ahora no cosen chica, ya no existen los zurzidos ni los remiendos de las abuelitas, ademas las bragas de hoy no tienen sitio para el agujero, lo más que puede pasar es que se te reviente la tira del tanga y te meta un latigazo, pero vas a los chinos y te compras una docena.
Y los mamones aquellos Hansel y Gretel, la vieja mala los atiborraba de comida y cada día les decía que le enseñaran el dedo meñique. Los niños de hoy ya nacen obesos, niña, obesos de tanta comida basura y tanta maquinita con el culo en el sofá. Por eso gritamos cuando nos pesa la pediatra, oigo como le dice a mi mami "engordó 300 gramos" ¿me querrá comer? pienso y me pongo a gritar mientras me toca las pelotillas en cada revisión. ¡Las tengo en su sitio, señorita pediatra, en el mismo sitio del primer dia, morbosa, deja ya de tocar!
Ya con Caperucita no me meto, esa historia ya es muy complicada para mi corta edad, demasiada gente en ese cuento con escopeta y todo ¡quita quita!
¿Y todas esas brujas malvadas? Mejor no hablar. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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