Entre mis gratas cositas, se encuentra el pequeño Lucas.
Un feeling especial se creó entre los dos, desde el momento de su nacimiento. Es mellizo. Ella, nuestra Saritíssima, me adora, lo mismo que yo a ella.
Pero entre Lucas y yo, hay algo especial.
Me ha soprendido ver la coincidencia de guardar todo aquello que le produce buenas vibraciones.
En la maletita de su moto correpasillos, guarda todas las letras "O" que ha encontrado en medio de un abecedario que su mami dibujó y recortó para ellos. Oooooooooooooooooooooooooooo. Guarda también todo lo que encuentra de color verde entre sus juguetes, un pedacito de queso que le sobra de su merienda, una pulserita de su mami, mis llaves de casa, mi foto de carnet, etc., etc.
La personalidad y la sensibilidad de mi pequeño Lucas no tiene comparación con ninguna otra cosa del mundo.
Sus tiernos y contínuos abrazos, las caricias de sus pequeñas manitas o la sorpresa de sus besos inesperados, son mi elixir de eterna juventud.
Siempre gracias, Principito.
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