jueves, 25 de noviembre de 2010
TE DOY MIS OJOS
Mientras en la televisión aparecían las imágenes de esta película, en mis oídos sonaba la dulce voz de Bebe y los labios me sabian a sal.
Un dia, al tiempo que abres tu puerta, te limpias automáticamente los pies en tu felpudo. ¿pero...aquí no ponía ¡bienvenida a casa!? ¿quien ha escrito encima la palabra "dignidad"?
No siempre es un ojo morado quien nos cuenta cómo es, o cómo ha sido él.
Las duras palabras, los gestos de desprecio y la indiferencia, pueden convertirse en un enorme puño de acero.
¡una peli fuerte de verdad! ¿cuántos de los antiguos rombos aparecerán en la pantalla?
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